Páginas

martes, 27 de septiembre de 2011

Crowdcoaching


¿Cómo surgió el término crowdcoaching? Surgió de manera espontánea en una conversación de ‘café con leche’, lo utilizamos para referirnos a un ejercicio de reflexión colectiva. El día del café con leche ‘el colectivo’ éramos dos. Más tarde, pasamos a ser más de dos  ‘perturbadas’ por las conclusiones –a veces delirantes- que viene con el ojo critico que te aporta acercarse a la treintena. Con necesidad de compartir ideas, que sirvieran para pensar en común. Quizá porque necesitamos darnos cuenta de que no somos más que un ‘remake’ pero necesitamos hablar de ello (de las partes de las que estamos ‘remezcladas’). Sin ser expertas en los temas que tratamos ni sentir barreras por expresarnos sin serlo. Sin miedo a ser evaluadas, pero con ganas de serlo .De que ello nos sirva para reafirmarnos o reformularnos. Sobretodo, para que podamos cuestionarnos cuestionando las partes que nos componen (y que en algunos casos nos unen).
Crowdcoaching. Así de entrada, suena a concepto ‘new age’. Sabemos que estamos siendo muy atrevidas de aventurarnos por ésta terminología pantanosa. Tenemos que ‘crowd’ quiere decir masa y ‘coaching’ entrenar, dirigir, instruir… Mi dispositivo moral me dice que el término es lo bastante jugoso como para ser usado para dotar de un ‘optimismo ovejuno’ a las susodichas masas. Pero ¿porqué no permitirnos dejar volar la imaginación por una vez sin miedo al ojo crítico de ‘los otros’? Ya que estamos en nuestro propio terreno utópico, ¿porqué no dotar al término de (simplemente) el significado que un día surgió de nuestros deseos inconscientes? A veces, es necesario sobreponer la intuición y los deseos al amalgama teórico-moral que llevamos en la mochila vital. Sobretodo, si éstos deseos tienen detrás la noble necesidad de sentirnos comprendidas/expandidas/reflejadas en pensamientos que nos inspiran. Así pues, digamos que necesitamos un término como punto de partida de un viaje. Un viaje a conversaciones sobre café con leche virtuales (quizás con un cierto toque de voyerismo), a pensar en Moleskine y traducirlo en pantalla, con la compañía de ése 'crowd’ con pulsiones vitales semejantes. Un viaje, enriquecido con recomendaciones para seguir alimentando nuestro ‘ojo crítico’. En fin, para sentirnos empoderadas y dotar de sentido a ésta suerte de realidad decadente que nos ha tocado vivir.
¿O quizá sea simplemente un proceso de sublimación?
A ver qué nos comenta el camino…

No hay comentarios:

Publicar un comentario