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domingo, 12 de febrero de 2012

Llamadme Mononoke

(Dibujo de J.M. Ken Niimura uno de los autores que más admiro del comic nacional.)

No tengo nombre. No soy nadie y apenas me atrevo a describirme porque describir a alguien es hacerle una fotografía a traición, estática, fría, congelada en el tiempo. Hace unos años un columnista de 20 minutos me entrevistó y se atrevió -valiente insensato- a escrbir estas líneas sobre mí:

"Breve como una perla: expensive, guardiana secreta del cementerio artístico del mundo de los comics: su estudio rebosa viñetas: vive dentro de sus viñetas: entra y sale, de esas viñetas, cantando canciones que ella misma compone. Es dibujante, cantante, compositora, diseñadora, ilustradora y un largo etcétera: es un ente de esos que desprende mucho cariño: que te apetece abrazar a los 5 minutos de conocerla. Educada, elegante: hay mujeres que nunca dejaran de ser princesas: y si dejan de ser princesas se convierten en borrachas: Sin embargo ella tiene pinta de reina: parece una estatua de piel de marfil: no sé por qué: me entran ganas de arrodillarme antes sus pies, alabarla: ella es el penepoleso y el mundo griego: es arte y es diosa guerrera: es hambre y ganas de comer: -Soy monárquico desde que te conocí- le digo- Eres la reina de mi corazón. -Mira que eres cursi.- Me respondió ella."

En realidad soy una personita en constante cambio, sensible, llena de miedos y debilidades pero con armas para intentar sobrellevarlo. ¿Qué puedo aportaros? A parte de un extenso anecdotario que compartir, me encantaría poderos contar información sobre diseño, sobre arte, y sobre cómo -desde mi pequeño punto de vista- podemos aportar nuestro granito de arena para que este mundo sea un poquito menos hostil.

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